¿Quién no tiene un día difícil?
¿Quién no experimenta abatimiento o incluso signos de depresión en alguna ocasión?
Pero bien diferente es cuando se van dando una serie de signos que evidencian a todas luces que uno puede estar deslizándose hacia el precipicio de la depresión, síntomas como: tedio habitual, desgana, apatía, falta de energía, desmotivación, ansiedad mezclada con profunda tristeza, ganas de llorar, melancolía, falta de interés vital o incluso ideas de muerte o de extinción.
Cuando se presentan algunos de los signos o síntomas indicados, pueden anunciar la llegada de una depresión y hay que poner lo antes posible los medios preventivos para evitarla o atenuarla.