Ser diferente no es extraño, todos lo somos, lo complicado es aceptarnos sin complejos. Yo lo intenté, pero luchar contra los tabúes sociales, la discriminación y los miedos no es sencillo. ¿Cómo luchar contra una sociedad que sólo acepta la homosexualidad si la mantienes oculta? ¿Cómo explicar que se puede ser médico, policía, abogado, arquitecto, bombero, deportista de élite y al mismo tiempo gay? ¿Qué hacer cuando el miedo puede más que la lógica?
Mis parejas me obligaron, por miedo al qué dirán, a construir un armario donde refugiarme, y aunque no quería, lo hice. Lo hice por ellos. Mi armario aparecía y desaparecía según las circunstancias. Era algo así como un armario fantasma del que echaba mano cuando el amor o el miedo me lo exigía, pero después de tantos golpes, tantas puñaladas y tanto sufrimiento innecesario, decidí enterrarlo para no utilizarlo jamás.