El Manual para señoritas de compañía contenía excelentes consejos:
"Nada resulta más barato que jurar amor eterno, ni más caro que creérselo."
"Cuando dependes de muchos hombres puedes prescindir de uno, pero cuando dependes de uno no puedes prescindir de muchos."
"Aléjate de los chicos guapos; no los aceptan como aval de un crédito."
"No es necesario hsblar cinco idiomas y haber leído a los clásicos para que te paguen por bajarte las bragas, pero si los hablas y sabes que Platón escribió los Diálogos, te pagan más."
"Si te aplicas podrás convertirte en favorita de un rey o en primera dama de un gran país, o sea que durante los próximos años esfuérzate en cuidar tu cuerpo, que ya tendrás el resto de la vida para cuidar tu alma."
Siguiendo tales consejos se había hecho rica, pero aquel seguía siendo un oficio abominable y peligroso.