La llegada a Múnich parece tranquilizar en parte el asustado Alfred, pero sus problemas continúan creciendo. En los grandes estudios de la UFA de esta ciudad, el joven director tiene que rodar el resto de la película, pero alguien intenta matarle primero a él y más tarde al actor Mander. La UFA organiza una velada en la que invita a parte de la cúpula nazi. Entonces, Alfred recuerda que él conoció en aquel primer viaje a Adolf Hitler y a su sobrina y amante. Hitler, que intenta consolidar su posición en el partido después de pasar casi un año en la cárcel, le ofrece a Alfred rodar una película propagandística sobre el nazismo. Alfred acude al despacho de un tal Joseph Goebbels, que Hitler quiere que se convierta en el jefe de la propaganda del partido. Joseph Goebbels le mostrará las entrañas del Partido Nazi. El ayudante de Joseph Goebbels es un joven alemán director de cine llamado Otto Kast. Otto le revelará que algunos líderes nazis son aficionados a las violentas películas pornográficas y Snuff.