Las competencias sociales y emocionales de los niños y niñas -futuros adultos- se construyen durante los primeros años de vida. El apego es un programa de comportamiento innato de los primates y en particular de los humanos cuyo objetivo es aumentar las probabilidades de protección y supervivencia del recién nacido. El apego es una puerta de entrada al mundo, a la vida, un primer contacto, que se va cerrando hacia los tres años. Este sistema de protección se basa, principalmente, en la proximidad física y el contacto entre la madre y el bebé. Si este proceso es perturbado, el bebé desarrollará luego un conjunto de reacciones y conductas sociales anormales. Un drama que afecta a un número cada vez mayor de niños y niñas.