En raras ocasiones se tiene el privilegio de conocer la vida de una extraordinaria mujer, contada a través de los ojos de su propia hija. Este detalle da un matiz íntimo al contar la historia de su madre; se entiende como si fuese una conversación privada, en la cual la autora nos intima sobre el desarrollo de una vida que comenzó en una pequeña población en la sierra de Durango y desemboca en varias ciudades. Una vida que llevaba un camino inconsecuente, se convirtió en la consecuencia misma al alterar su vida y con ella, muchas más. Más que contar la historia de una vida, la autora nos lleva a conocer el tiempo en la que ésta se desarrolló y nos da el contexto histórico y familiar para que logremos comprender las dimensiones de este hilo que llamamos vida. Fue así que la historia de Doña Eloísa, inspirada y consagrada a una fuerza mayor, le lleva a desafiar las costumbres locales y buscar una vida diferente. Leer esta narrativa invita al lector a ser testigo de la melancolía que una hija siente hacia su madre y que durante mucho tiempo le ha hecho falta, así como la admiración que siente por el ser querido. Diría que es un homenaje sublime a la madre, cuyas acciones cambiaron el rumbo de la historia de toda una generación y continuará inspirando a las venideras. Se siente como una promesa hecha de contar una magnífica historia y así preservar la memoria, a través de ella. Publicar ?Las Vivencias de Eloísa? se vuelve una necesidad interior de dar a conocer, tanto a los contemporáneos como a las nuevas generaciones, la historia de una mujer en la que todo apuntaba a llevar una vida clásica y cotidiana de su época. Sin embargo, las circunstancias y un encuentro que marcó su vida en su juventud, la llevaron a un destino que jamás hubiese imaginado. Esta es la extraordinaria historia de Doña Eloísa Osorio Sámano. Jesús Daniel Gurrola Quintana
