La obra reúne las imágenes de jóvenes que se dedicaban a la prostitución cuyas fotografías se distribuían a los clientes. Un tío del artista Miguel Calderón se las mostró cuando era joven con la finalidad de que escogiera una para "iniciarse como hombre". Calderón las recupera y las convierte en parte de una narrativa que sirve para analizar y relatar algo que va más allá del mero despertar sexual.