Una forma de autoestima muy positiva es concederse el derecho a llorar y a reir. Por condiciomamientos de diversos orígenes, especialmente familiares, una persona puede llegar a negarse sus propias emociones, bloquear su vida emocial como si no tuviera derecho a sentir, reconocer y respetar sus sentimientos.
Permitirse la tristeza, las lasgrimas o la risa, es una forma de amistad, de unidad con uno mismo muy válida y que aporta una gran ayuda. Negarse todas estas realidades emocionales lleva a separarse de sí mismo y a crear una forma de soledad que no ayuda en absoluto.
Llorar es, a veces, un deber hacia nosotros, coo una lluvia benéfica para una tierra seca. Y lo mismo puede decirse de la risa. Así que, por usted mismo y por el bienestar que desea, es muy bueno y muy util a veces llorar y otras reír.