Estas 39 biografías y media de escritores, ilustradas con sus retratos, nos cuentan por ejemplo que Baroja iba a menudo al Retiro (en otoño) a recoger castañas, que Valle-Inclán salía algunas noches a despertar al rey (de madrugada) o cómo Lezama Lima y Virgilio Piñera se pelearon una noche (a pedradas). Además... Zambrano y los gatos; Lorca y la muerte; la brevedad sutil de Monterroso; el silencio de Rulfo... Durante casi tres años, Jesús Marchamalo y Damián Flores publicaron en la sección ½Rinconete+ del centro virtual Cervantes casi medio centenar de ½retratos+ de escritores españoles y latinoamericanos, ahora convertidos en libro. Un recorrido por aspectos inéditos, insólitos a veces, de sus biografías, con el convencimiento de que conocer a los escritores ayuda, por supuesto, a acercarse a sus libros.
Estos Ejercicios espirituales tienen poco que ver con las piadosas y arduas meditaciones de Ignacio de Loyola, que no son sino un lejano eco, muy deformado, de la antigua tradición. Y es que estas tareas del yo en relación con el propio yo, que aparecen ya en los primeros filósofos griegos y que cobran enorme importancia en los diálogos socráticos y platónicos, en las Cartas de Epicuro o de Séneca, en las Meditaciones de Marco Aurelio, en los tratados de Plotino o en determinados autores modernos como Montaigne, Descartes, Kant, Michelet, Bergson, Friedmann o Foucault, pueden seguir practicándose. ¿No sería entonces lo esencial de la filosofía ese constante cuestionamiento de nuestra relación con nosotros mismos, con el otro y con el mundo?