"El amor es una motivación fisiológica generada por varias estructuras cerebrales en las que unas u otras estás especialmente activadas en función de las duración de la relación amorosa, y que implica varios estados emocionales", recoge como una de sus principales conclusiones.
En este sentido, Burunat narra cómo "algunos estados fisiológicos generados por el amor están próximos a estados patológicos y, de hecho, pueden llegar a convertirse en auténticas patologías, incluso con resultados mortales, cuando el amor no es compartido y su despliegue no lleva asociado la activación del circuito motivacional primario de recompensa cerebral".