La mamá de Marquitos estaba tan enfadada
que empezó a echar humo por la boca como
si fuera un dragón. Al momento, su nariz se
convirtió en un pitorro; y su oreja izquierda, en un
asa. Poco después Marquitos recogía del suelo
una tetera que se parecía mucho a su madre.
Un cuento para transmitir el placer por la lectura
y para quienes creen que la imaginación es la
herramienta más poderosa para aprender.
DIPLOMA VISUAL DE DISEÑO DE LIBROS 2007
CATEGORÍA DE ILUSTRACIÓN