Esta obra es una denuncia del espiritismo y del ocultismo, precisamente desde la óptica del esoterismo tradicional.
Como decía el propio Guénon: "Entre todas las doctrinas «neoespiri-tualistas», el espiritismo es ciertamente la más extendida y la más popular, y eso se comprende sin esfuerzo, ya que es su forma más «simplista», diríamos de buena gana la más grosera; está al alcance de todas las inteligencias, por mediocres que sean, y los fenómenos sobre los que se apoya, pueden ser obtenidos también por no importa quién ...
(Para disipar este error, las enseñanzas esotéricas o las doctrinas tradicionales proporcionan) principios que, para quienquiera que los ha comprendido, son de una absoluta certeza, y sin los cuales uno corre mucho riesgo de extraviarse en los tenebrosos laberintos del «mundo inferior», así como tantos exploradores temerarios, a pesar de todos sus títulos científicos o filosóficos, nos han dado ya el triste ejemplo de ello.
Sea como sea, en presencia de los acontecimientos actuales, estamos persuadidos de que nunca se hará suficiente para oponerse a ciertas actividades malhechoras, y de que ... nunca habrá demasiada luz difundida para disipar todas las emanaciones del «Satélite sombrío» ... ".