Estela invita a Samuel a acampar afuera una noche. Llevan mantas y linternas para descubrir juntos el mundo nocturno. Aunque Samuel siente un poco de susto de la oscuridad y del frío, Estela le explica dónde duerme el sol y dónde vive la luna. Además, le muestra las estrellas y la Vía Láctea, como una verdadera princesa de la noche.