A través de los colores, el hombre percibe y emite frecuencias vibratorias que lo conectan con el cosmos y con los mundos sutiles a los cuales también pertenece. Y precisamente esa conexión es la que sirve de soporte para este original sistema de adivinación.
A través de los colores, el hombre percibe y emite frecuencias vibratorias que lo conectan con el cosmos y con los mundos sutiles a los cuales también pertenece. Y precisamente esa conexión es la que sirve de soporte para este original sistema de adivinación.