¡No te cases con el gallo, niña de plata!
¡Ven conmigo! Te cuidaré, te enseñaré lugares
secretos, haremos más largas las tardes?
Pero, zorra, Gallo Pinto me quiere, me canta y
sólo me pide que lo lleve en la cabeza al pasear.
Triángulo amoroso de celos, tristeza, engaños?
Con estos ingredientes la emoción está
garantizada. Entre enredo y enredo, este álbum
nos invita a reflexionar sobre el hecho de que el
amor no se conjuga con recibir o dominar, sino
con la alegría de dar, quienes nos lo demuestran
son los que de verdad nos quieren.