La existencia de la Pluralidad de Mundos es una doctrina verdadera, pues los genios ilustres de todas las edades, y, más aún, las grandes voces de la naturaleza la han enseñado y proclamado.
Mediante el estudio de esta obra vamos a saber que la doctrina de la Pluralidad de Mundos es justa en el orden moral, y necesaria en el orden filosófico, porque a su luz se disiparán las tinieblas que envuelven aún nuestra vida en el tiempo y más allá del tiempo, y los misterios de nuestro destino se convertirán en misterios menos impenetrables.