En el atardecer guajiro, mientras un niño pastor busca una oveja perdida, se encuentra con un ser temible y desconocido: no es ni vaca ni caballo y corre sin que lo empujen. Cuando el niño regresa a casa y cuenta el encuentro a su familia, le explican entre carcajadas lo que es un camión. Este relato está basado en un episodio de la niñez del autor.