Nuestra psicología personal ha cristalizado una prisión imaginaria que bloquea nuestra creatividad y nos sumerge en el inmovilismo y la disconformidad. Dentro nuestro existen potencias y poderes dormidos. La imaginación, la reflexión, las técnicas de autohipnosis y de meditación pueden ser el medio adecuado para reconstruirnos internamente y llegar a una vida de plenitud.