Las relaciones entre fe y política no pasan por uno de sus mejores momentos. Hay un descrédito de la política que no hace fácil su asunción por parte de los creyentes. Existe también un intimismo religioso que se desvincula de las consecuencias sociales y políticas. Pero esta fe no hace justicia al Jesús del Evangelio que predica el Reino de Dios y hace de la causa del hombre el culto en espíritu y verdad. El resultado de este desencuentro entre la fe y la política lo sufre el ser humano, en forma de exclusión y predominio de la injusticia y la desigualdad en la era de la globalización. La fe, por su parte, deja de ser liberadora y adopta unas formas desencarnadas y que apenas tienen que ver con la realidad. +Cómo afrontar positivamente la política desde una fe que busque la justicia, en este momento de globalización neoliberal, exclusión social y "guerras de laicidad"? Este libro ofrece una amplia perspectiva para situarse en el clima socio-cultural y político actual. Trata de que la fe no pierda su dimensión pública y busque en la política un medio eficaz para realizar la j