Lo decimos constantemente: ½Reza por mí; rezo por ti+. Una enfermedad, un examen, una decisión, un apuro. Un saludo, una despedida, una fórmula al final de una carta, un cumplido educado ante un religioso: ½Reza por mí; rezo por ti+. Un susurro ferviente al oído de un amigo al darle un fuerte abrazo en un aeropuerto: ½Reza mucho por mí; rezo mucho por ti+. Lo decimos constantemente. Después, es posible que, de hecho, no lo hagamos tanto, es decir, que le hemos dicho ½rezo por ti+, mientras que luego no rezamos mucho por esa persona. Pero no por eso deja de tener valor la expresión. ½Reza por mí; rezo por ti+... +Qué valor tiene? Pedirte que reces por mí es pedirte que te acuerdes de mí; y decirte que rezo por ti es asegurarte que me acuerdo de ti. Es establecer una relación de alma a alma, que es la que más vale. Es decirte que te quiero y que quiero que me quieras. Rezar es amar. Esa es su fuerza. Y esa fuerza se manifiesta no sólo en palabras, sino en sensaciones, emociones, vibraciones de alma y cuerpo que todos emitimos sin saberlo y recibimos en cada instante. Somos miembros de un Cuerpo y vibramos juntos. ½Reza por mí; rezo por ti+. Este libro te ayudará a seguir rezando. Y a sentir la profundidad de lo que haces al rezar. CARLOS GONZALEZ VALLES, cuya abundante producción hace innecesaria su presentación, es autor, entre otras muchas obras, de Viviendo juntos (8ª ed.); Dejar a Dios ser Dios (13ª ed.); Busco tu rostro (16ª ed.); Ligero de equipaje (21ª ed.); y Al andar se hace camino (8ª ed.). Su último título publicado este mismo año en Sal Terrae es Descubre tus ritmos... para vivir mejor.
Precios para el año 2011 Sal Terrae es una revista de teología pastoral de la Compañía de Jesús, con vocación de servicio eclesial y social, que combina el rigor y la divulgación en los artículos que publica. Sus estudios son actuales, plurales, abiertos, críticos, propositivos, y contribuyen a captar lo germinal de la diversa y compleja realidad del siglo XXI, ofreciendo a los cristianos y a las cristianas de hoy, mediante un lenguaje religioso creativo y nuevo, una mirada amable sobre el redimido mundo en que vivimos. Su director, el Consejo de Redacción, sus colaboradores/as habituales y los/as autores/as que escriben los artículos son de diversas generaciones, viven en distintos lugares de la geografía española, poseen ricas y variadas sensibilidades y están capacitados/as, por formación, interés y actitud de escucha, para ofrecer una palabra cuidada a la vez que comprensible sobre Dios y los seres humanos. En sus orígenes y durante muchas décadas, Sal Terrae, publicada por la casi centenaria Editorial Sal Terrae, se dirigía fundamentalmente a sacerdotes. En nuestros días llega, en España, América Latina y otros lugares del universo, a seminarios diocesanos, centros de estudio de diferentes Institutos religiosos, sacerdotes, laicos/laicas, etc. Y desea estar cada vez más cerca de colectivos de frontera que no se declaran creyentes, pero que no se niegan a dialogar y escuchar a los cristianos en cuestiones que atañen a la sociedad, la política y la vida humana.