Tras sufrir un accidente automovilístico, Kendall Deaton logra rescatar a su hijo del amasijo de hierros y escalar el barranco por el que se han precipitado. Al llegar al hospital, no se atreve a revelar su propia identidad ni la del conductor herido; se limita adecir que se trata de su marido y, en cuanto puede, comienza a planear la huida. La pesadilla de Kendall comenzó en una pequeña localidad de Carolina del Sur, adonde llegó ...