Una vez más, el pueblo de Mora se ve envuelto en un caso que
conmociona a la población. Esta vez, en el comienzo de la temporada
estival, un secuestro y posterior asesinato sacude la tranquilidad de
las calles, en especial, porque se trata de una niña de once años.
Las
sospechas recaen sobre un joven retraído, que se gana enseguida el
desprecio de todos en Mora. Al poco tiempo, aparece muerto también. Es
Greta Lindberg quien, como la miss Marple de Agatha Christie, se topa
con los crímenes, como si ellos se involucraran con la muchacha y no al
revés.
Una vez más, Greta, con su afición por las novelas de detectives,
intentará desentrañar el misterio con la complicidad del teniente
Stevic, con la reticencia del inspector Karl Lindberg, su propio padre.
Aun así, tendrá tiempo para ocuparse de su librería, para organizar
presentaciones de libros y para formar parte de una trama en la que,
hasta último momento, no se sabrá quién es el cazador y quién la presa.
Lena Svensson dialoga con otros autores de la novela negra para
construir en Mora la mejor tradición del policial escandinavo:
inteligente, cruel, lleno de acción y hasta con una ligera candidez.