«Historia que no dejará a nadie impasible. De lectura sencilla, invita a pensar, imaginar y a sentir. Dibujando lunares, imaginando sonrisas y soñando despiertos. Las vivencias se hacen propias y te hacen sentir emoción, dolor y alegría en cada relato, en cada párrafo, en cada verso. Llegó como llegan los huracanes, una brisa suave que acaricia el rostro, que trae lluvia y olor a tierra mojada, que poco a poco va cogiendo fuerza, de vientos cada vez más fuertes, elevando los sentidos, moviendo y removiendo sentimientos y que, tras su paso, nada quedará en el mismo sitio. La chica de la sonrisa infinita conquistó su corazón, acariciándolo por momentos y dejándolo volar, a su lado, por el cielo de la incertidumbre». Ana Bella Camacho, En mis pupilas