Es un libro extraño... Hay una cierta coherencia interna en el sujeto del libro: la visión agazapada, solitaria, entre el tedio, el nihilismo y un amor que parece huidizo. Tiene ribetes oscuros, pero es recurrente el «diálogo» con el amor. Es como si no hubiera, no ya la esperanza, sino el deseo firme de sentido. Hughes