ACERCA DEL LIBRO ORIGINAL:En este libro, Nassim Nicholas Tabel trabaja con el concepto de fragilidad, mismo que no sólo se aplica a objetos, sino también a situaciones y sistemas del mundo actual. Definir la fragilidad es una tarea sencilla: es la vulnerabilidad que tiene un objeto para romperse o deteriorarse a causa de la influencia externa de otro cuerpo. Partiendo de este concepto, sabemos que un cuerpo frágil debe protegerse de situaciones dañinas. Comprender esta idea no es complicado, pero cuando se trata de definir el concepto contrario a la fragilidad esta simplicidad se acaba, pues finalmente, ninguno de los idiomas principales tiene una palabra para definir este concepto. Debido a estas dificultades, para describir a los objetos o situaciones que prefieren y se benefician de la volatilidad, recurriremos al concepto que Tabel acuñó: antifragilidad. La antifragilidad, como antónimo de la fragilidad, no debe confundirse con la resiliencia, pues esta última se refiere a la capacidad que tiene un objeto para resistir la influencia externa sin presentar ningún cambio; por su parte, la antifragilidad, no sólo se resiste a esta influencia, sino que evoluciona gracias a ella. Para comprender este concepto, valgámonos de los mitos griegos. En ellos, se habla de la existencia de la Hidra una serpiente de muchas cabezas que aterrorizaba a la antigua Grecia. El mito dice que cada vez que alguien le cortaba una cabeza a este ser, dos más crecían. La antifragilidad en este mito radica en que cada vez que se le hería, esta criatura se volvía más fuerte.
