Este poemario es continuación del titulado A mi amada, que contiene cien sonetos de amor. Una recopilación repleta de sentimientos e ideas que no podrían aflorar de otra manera y que, a la vez, actúa como recurso para evadirse de la realidad y modificar el entorno, aunque solo sea durante lo que dura su lectura. En ocasiones es una protesta social y en otras un canto desesperado, pero en su conjunto es una loa al amor.