Un libro que nos invita a detenernos, a observar de nuevo a nuestro alrededor y cambiar nuestra mirada hacia lo natural. Escrito con precisión y enorme delicadeza, con un estilo que combina a la perfección el relato de viajes, la memoria personal, la prosa poética y el reportaje, K.Jamie muestra una envidiable capaciodad para, a trevés de la fuerza de sus descripciones, convertir la nada en algo fascinante.