A finales de la década de los 70 apenas si había alguien que diera importancia a estos nutrientes esenciales, y mucho menos a otros similares como los oligoelementos, las enzimas, los aminoácidos o los antioxidantes, sustancias todas condenadas al olvido en favor de los poderosos fármacos con los cuales aseguran poder curar cualquier enfermedad. Afortunadamente la medicina natural ha aprovechado este desinterés “científico”, y nuevos investigadores no ligados a intereses de los laboratorios especializados en la química, están sacando conclusiones esperanzadoras para el tratamiento de numerosas enfermedades mediante lo que se denomina como Medicina Ortomolecular.