Desde el comienzo del colonialismo, multitud de africanos fueron arrancados de su continente para ser vendidos como esclavos en el Nuevo Mundo. Una vez allí no se resignaron a perder a sus dioses y consiguieron adaptar sus tradiciones a la religión cristiana que les era impuesta, dando con ello origen a lo que hoy conocemos como Santería, o Locumí, la cual tiene como uno de sus senderos espirituales la técnica conocida como Obí, que da acceso al orisha del mismo nombre.La santería cubana o Locumí no es tanto una religión como una conducta para conectarnos con el mundo espiritual, y el Obí es uno de los caminos hacia los espíritus. Éste es el primer libro que explora plenamente los patakís del Obí, el cuerpo sagrado de las tradiciones que lo rodean. Sus instrucciones adivinatorias incluyen la interpretación del oráculo básico y los métodos secretos que se emplean para cerrar el oráculo adecuadamente y retirar permanentemente cualquier vibración negativa.
La leyenda del Obí es muy singular. El orisha Obí empezó siendo un ser humano mortal que ascendió para convertirse en orisha como resultado de las buenas acciones que realizó en la Tierra. Poco después, debido a su exceso de orgullo, cayó en desgracia. Cuando volvió a descender a la Tierra, su espíritu se encarnó en una palmera cocotera y fue entonces cuando se vinculó el uso del oráculo para participar ritualmente en la propia salvación del Obí. El agradecido Obí fue transformado en coco, y éste fue el origen de este nuevo sistema de adivinación.
