El lector que cuenta con que este sea sólo un libro sobre agricultura, se sorprenderá al descubrir que también es un texto sobre dieta, salud y valores culturales, y que también trata los límites del conocimiento humano. Otros que lo adquieran por su contenido filosófico, se sorprenderán al descubrir que está lleno de indicaciones sobre cómo cultivar arroz y cereales en invierno, frutales y verduras en un huerto japonés. Es exactamente debido a tales expectativas habituales -porque nos hemos acostumbrado a suponer que la gente sea especialista y que un libro tenga un tema único- que necesitamos la "revolución de un rastrojo". Lo valoramos porque es, a la vez, práctico y filosófico. Es un libro fortificante y necesario sobre agricultura, pero no sólo trata la agricultura.
Como muchos de sus conciudadanos, y con anticipación, el Sr. Fukuoka comprendió que no podemos aislar un aspecto de la vida de otro. Cuando cambiamos la forma de cultivar nuestros alimentos también los modificamos, y modificamos nuestra sociedad y nuestros valores. Partiendo de esa visión integral, nos explica por qué la dieta tradicional de los agricultores, que se basaba en cereales, legumbres, verduras y algunos complementos los mantenía fuertes y saludables; mientras la alimentación actual está socavando la salud del pueblo japonés.